Te olvido

Yo no te pienso ahora porque te quiero,
y no te quiero ahora porque te pienso,
pero si alguna vez te quise
un poco tonto,
un poco frágil,
un poco mío,
monstruo:
me digo
que no te cuido,
que te olvido,
y que si quiero
cargar con mi máscara,
después de arrancarme la piel
y ser un poco fuerte,
monstruo:
te digo
que a veces,
los monstruos
lloramos,
nos caemos
y nos arruinamos de por vida las rodillas,
y bailamos con dolor,
y no queremos
pintarnos las uñas,
por miedo a arruinarlas
por miedo a que no sea
del color que siempre soñamos.
Miedo
de que nos tachen
de monstruos,
miedo
de no poder
quitarnos de encima
la sangre canina,
y los ojos vendados
del dios
que nos prometieron
nos observaría
de por vida
y repudiaría
nuestra máscara torcida
de cuando
nos soñamos
un poco tontos,
un poco frágiles,
un poco nuestros,
y nos llamamos
monstruos.