Sobre tu tumba.

Bajo el cielo violeta
que mis sollozos cubriera,
juraré sobre tu tumba
-y muy a pesar del filo
de mis pálidas lágrimas-
que nunca en mi ansia
volvería a mirar las estrellas.

Sin suspiros condenados,
ni rebuzcados silencios
presos de mi garganta,
a la espera de un roce
de la mañana su frío
para el calor de tus manos
que ya no escriben, ni besan.

-y mis dientes desgarran mis labios
así como las alegrías
muertas, vacías
que a mi alma harán sin piedad-

Bajo el cielo negruzco
donde pasara mi voz,
mis últimas sinfonías,
juraré sobre tu tumba
que ahí reposará la mía
y que tu mano fría
será el escrito de la mía
tibia.